22 nov 2010

Hazañas de Canopus en el mundo


- He arribado, oh! Ama del celeste y los tiempos, su blancura aural me inspira confianza.
- Canopus, tanto sin verte mi fiel caballero!
- He llegado con algo más que un recado y una latente misión, podría en su bondad instruirme en mi nueva dirección?
- Claro, hace cuanto has partido del bosque?
- Ha de ser mas de dos meses desde mi partida
- Sabes algo de...
- :)
- Era de esperar... (;
- Oh, Dama de Luz, eh tomado la cautela de recordar palabra por palabra el recado que tengo para Su Blancura Real.
- Mi tonto Canopus, siempre tan ingenuo, desde hace una milla que comencé a escuchar tus pensamientos, tus inquietudes, y ya desde tu partida del bosque sentía tu corazón desbocado.
- Usted es tan perceptiva, oh, dama del alba.
- Déjame sentir ese tallo... no he podido decifrar que tipo de encanto tiene, y los vientos no han querido decirme nada.
- Aquí le entrego el tallo santo, su magia me trajo como ensalzado en delicioso polen.
- Mira, puedes ver como se ha fundido bajo mi mano?
- Nunca dejan de sorprenderme...
- Posa tu mano sobre la mía y sabrás de que se trata, hazlo sosegadamente y sin miedo, es muy importante que lo sientas de manera distendida.

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- ( ._. )

- ji ji ji, no entiendes no?

- Nada... pero es hermoso...
- Era hermosa en ese entonces, tanto tiempo ha pasado desde entonces... ,
esa rosa fue su primer regalo.
- Oh!! ya veo...!
- Este encanto posee néctar de Galatea, y tu ni sabes lo difícil que es hallarlo en este punto de la galaxia.
- Amaría quedarme en este ensoñamiento, tan placentero, pero debo dirigirme a los campos del cacto.
- Oh si, casi lo olvidaba.
- Lo siento mucho mi adorada reina de la delicia
- No tengas miedo de llamarme por mi nombre, no soy tan exquisita como El.
- Oh no, no merezco ese privilegio!
- Te daré un mensaje para el, pero también te daré este amuleto para que el no pueda leerte hasta tu encuentro, de lo contrario correrá desesperado apenas te perciba cruzando el gran arrollo, y cuando llegues ya se habrá ido y no te dirá palabra alguna.
- Siempre tan aventajada, que sabiduría las suya!
- Déjame explicarte algo: El señor de bosque tiene los mas dulces y mejores encantos y una labia exquisita, no existe otro que coprenda tan perfectamente como hablar conmigo, dedica su tiempo a mi regocijo. Mi ser lo percibe y conoce profundamente y mi canto le confiere unos colores realmente oníricos.
Somos complemento y bálsamo mutuo.
- No creo que pueda sentir algo tan puro en mi pequeño corazón.
- Creeme, lo harás.
- Mi partida es inminente.. que he de recordar?
- Dile que su encanto ha sido sublime, que lo resguardaré en el mas profundo fuego de mi alma, y que podrá venir a verme al caer la quinta luna, solo si porta consigo su mitad del pacto.
El amuleto proyectara mi canto hacia tu propósito, solo debes escuchar y dejarte llevar.

- Se lo agradezco!, se lo agradezco tanto!, su semblante etéreo me llena de fuerza y coraje para lo venidero, nunca olvidare su ayuda, oh! Dama Encantada.
- Adiós Canopus! Amigo del arte y la luna! que tu camino sea de ventura!
- Hasta mas ver!
....

Y así Canopus -el caballero metamórfico del pelaje suave- partió nuevamente en su búsqueda, ahora con una instrucción delicada como piel de durazno y guiado por cantos sublimes como liras mitológicas, partió como arengado por el mismo viento y sin sentir ni sus pies pisar la tierra se perdió en el horizonte.

2 nov 2010

con respecto a la mosca daliniana

con respecto a la mosca daliniana, en su lugar yo hubiera optado por identificar hipnoticamente una mosca, saber sus intenciones como esta en mi naturaleza observadora..
luego esperar que se posara sobre esa herida en mi brazo, e hiciera sus cosas, cosas de mosca claro esta.
luego hubiera seleccionado algun artefacto digno de ser usado en contra de este adversario volador y tornasolado, una seleccion casi tan inmovil como esa mosca pensativa, esperando el momento culmine de su concentracion moscardil, el momento en que tuviera la viciosa intencion de introducir un huevo entre mis carnes, ESE momento levantaria mi artefacto asesino y aplastaria con la fuerza de la ira dirigida y seguramente erraria en la mosca que levanta su vuelo y me deja con una marca rojo gitano el brazo.

comprobando una vez mas que no tenia razon al osbesionarme de esa manera, con la pobre mosca que solo deseaba chupetearme las heridas.

o talvez estuve en lo cierto desde el principio y solo no elegi correctamente el momento de maximo placer moscardil, es que es tan dificil ver sus rasgos....