4 feb 2011


El duende.
guardian de las pasiones, flor venenosa de rabia, inercia comprimida, ahogado en sangre hirviendo.
cambia los cursos de rios sanguinolientos de la razon, se deja llevar en la rabia creativa y mientras te da una mano, esconde en la otra -tras su sonrisa- un puñal oxidado, sediento.

Cual cazador colecciona las expresiones del alma que pertenecen a nuestras mas oscuras celdas en la sangre, las envenena y las encierra, las observa luchando el hambre, hasta su muerte.
Eventualmete juega sadicamente con alguna de ellas, las desmiembra o le devora alguna extremidad, siempre entre risas distraido, evitando su propia locura.

Ama los juegos, porque ama hacer trampa, llegar a El es dificil y jugar con El aun más. Todo lo que queda es seguirle el juego, de vez en vez recibirle gratamente su puñal y contestarle con una sonrisa, correr con el, coleccionando y compartiendo. Asi talvez muestre algun ejemplar extraordinario que guardaba para alguna ocación meritoria.
Y por sobre todas las cosas, no enfadarse con el, y nunca, pero nunca, golpearlo. A pesar de su picardia, agilidad y malicia es un ser que no recibe muchas visitas, se encuentra siempre solo y su locura lo mantiene vivo, si recibe un golpe se sentira reprimido, impotente y huira, encontrarlo luego sera un penoso trabajo.